Un breve recorrido por la vida de José María Heredia

 

José María Heredia y Heredia

Conocido como el "Cantor del Niagara" y el primer romántico de América,  nació en Santiago de Cuba el 31 de diciembre de 1803, su padre fue José Francisco Heredia y Mieses y su madre María de la Merced Heredia y Campuzano-Polanco, ambos eran primos hermanos originarios de la Isla de Santo Domingo. José Francisco se desempeñaba como abogado en Santiago de Cuba cuando José María Heredia nació. 

          En 1809 su padre fue nombrado magistrado en el Palacio de Justicia de Caracas, lo que llevo a la familia a partir hacia Venezuela. Esto definió la niñez de José María pues le tocó vivir en una época de constantes convulsiones revolucionarias. A su padre, quien trabajaba para la Corona española, le tocó presenciar los primeros movimientos de independencia en América Latina, y prueba de ello son sus Memorias sobre las revoluciones de Venezuela, donde reseña la situación venezolana a principios del siglo XIX.

          Desde muy pequeño Heredia demostró sus grandes conocimientos, pues a la edad de siete años ya sabía leer y traducir textos en latín y en francés. A los catorce ya había recibido su certificado de Gramática Latina por la Universidad de Santa Rosa de Lima de Venezuela. La familia de Heredia tuvo que residir en Matanzas (ciudad de Cuba), unos meses debido al mal estado de salud en la que se encontraba su padre. En este lugar Heredia escribió su primera obra dramática conocida como Eduardo IV o El Usurpador clemente. Además, decidió hacer sus estudios de Derecho en la Universidad de la Habana.

          En abril de 1819 la salud de su padre mejora y su familia decide partir hacia Veracruz. José María se inscribió en la Universidad de México para continuar con sus estudios de Derecho, mismos que había interrumpido en Cuba. Aquí fue donde siguió con su producción poética, destacando “En el Teocalli de Cholula”. Al año siguiente, desafortunadamente, su padre fallece en la Ciudad de México, por lo que José María interrumpe de nuevo sus estudios y regresa con su familia a Cuba.

          Más tarde, recibe su título de Bachiller en Derecho por la Universidad de La Habana; dos años después, se recibe como Licenciado en Derecho y se establece como abogado en Matanzas (ciudad de Cuba). Ya habiendo colaborado en distintos periódicos (El Revisor y el semanario que también dirigió La Biblioteca de las Damas), en 1823 (poco antes de publicar una edición de sus poesías) se encontró envuelto en la Conspiración "Soles y Rayos de Bolívar", que fue una sociedad masónica secreta formada por criollos que deseaban la independencia de Cuba a la Corona Española, al ser descubierto como un miembro de esta logia, a finales de 1823, se vio obligado a huir de Cuba embarcándose hacia Boston y Estados Unidos, por lo que la primera edición de sus versos apareció en 1825 en Nueva York.

      En 1825 emprendió su segundo viaje a México, donde ejerció en funciones jurídicas y administrativas (juez y legislador de Cuernavaca), como catedrático de Literatura e Historia, así como oidor y fiscal de la Audiencia de México, también ejerció como secretario particular de Antonio López de Santa Anna. Además, fue redactor de varias revistas como El iris, La Miscelánea y El Conservador. Unos años después, en 1832 publicó en Toluca una segunda edición de sus versos. A Heredia le tocó presenciar los principales eventos históricos de México, tales el reconocimiento de la independencia de México de España en 1836; y la intervención francesa en 1838.

           Después de hacer una retracción pública sobre sus ideales independentistas, esto en 1836, pudo regresar a Cuba. Aunque, sólo duró cuatro meses en su tierra patria, con todo su pesar regresó una vez más a México (el presidente de ese entonces, Guadalupe Victoria, le ofreció asilo). 

           Su salud comenzó a empeorar para inicios de 1839, y el 7 de mayo del mismo año, falleció en su casa ubicada en la calle del Hospicio no. 15, en la Ciudad de México. Heredia murió muy decepcionado por la situación política que aquejaba a México expresando lo siguiente: 

"¡Cuanto no lo desearé yo, cansado ya de sufrir el flujo y reflujo de revoluciones, que agitan y ensangrientan este desgraciado país! […]”.

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Referencias

• Augier, A. (2005). Epistolario de José María Heredia. La Habana, Cuba: Editorial Letras Cubanas.
• José María Heredia y Heredia y la historia a través de su polifacética obra. Semblanza. (2020). Retrieved 12 December 2020, from https://herediahistoriadorypedagogo.wordpress.com/semblanza-y-genealogia/